Antes que nada, creo que no hay palabras para explicar esta experiencia. Tenés que vivirlo para entender cómo se siente. Cómo dos pequeños puntos en el mapa pueden encontrarse y convertirse en una familia.
Ser Au Pair no solo ha sido ser una niñera durante un par de horas y luego volver a casa sino cambiar y bañar al bebé de nuevo después de haberle dado un baño porque se hizo pipí y además tomar una ducha yo también, y hacer todo esto con una gran sonrisa en la cara.
O ver a mi hermanita anfitriona de 9 años, regresando de la playa y sacándose la arena
en la cocina. Mi parte favorita de la limpieza era escuchar el gran "¡oops!". Ser un Au Pair implica pensar en 2 personitas mas además de mi, aprender su idioma, cómo viven y sus rutinas.
Para mí fue realmente difícil los primeros meses acostumbrarse a su horario. Tenía días realmente largos en casa y aquí los días son realmente cortos. Pero no es nada que no puedas aprender, con el tiempo todo funciona. Me veo como una pieza de rompecabezas que encaja perfectamente con mi familia anfitriona.
Lo más importante para recordar cuando sos Au Pair no es sentir que estás trabajando, solo sentir que estás ayudando. Esa es la clave para un buen año.
Entonces, todo este sueño loco comenzó cuando vine a EE. UU. de vacaciones. Me enamoré de este país, tan diferente al mío y nunca pensaría que un par de meses después estaría viviendo esta experiencia. Llegué a casa y comencé a buscar opciones para venir y hacer mi propia aventura.
Abrí y cerré los ojos y estaba en un vuelo viajando a 12.000 km de mi familia, amigos y
especialmente de mi casa. Todo era como un sueño que aún ahora, 6 meses después, no puedo despertar y realmente no quiero hacerlo.
Mi llegada fue muy graciosa. Estaba pensando: “que estoy haciendo con esta gente, no tengo ni idea de quiénes son...”. El momento más difícil fue cuando nos conocimos en el aeropuerto.
Estaba caminando como perdida, mi corazón estaba saliendo de mi cuerpo y no esperaba
encontrarlos antes de recoger mi equipaje. De pronto levanté mi cabeza y esta gente "extraña" me estaba esperando. El camino a casa se sentía más incómodo que nada, mientras escuchaban una especie de música electrónica. Pero adivinen qué: esa música extraña de esta gente que se convirtió en mi adorable familia era para Stella, mi hermanita, para que se calme y tome una siesta en el camino a casa. Me tomó tiempo preguntarles por qué escuchaban ese tipo de música pero al fin lo entendí.
Qué decir de esta pareja que los siento como si fuesen mis papás, Kyle y Jill. Soy del tipo de
persona que necesita un abrazo cada momento del día pero aprendí que aquí la gente necesita su espacio. Trabajé duro y ahora creo que mi familia no es solo estadounidense, la mitad de su corazón es argentino y ahora puedo decir que tengo todos los abrazos que quiero. Me divierto mucho con ellos, nunca esperaba tener este tipo de relación con una familia anfitriona. Por supuesto requiere tiempo y esfuerzo para lograr esta relación, pero es posible.
A mi papá anfitrión le encanta surfear, honestamente lo intenté, pero dolió. Lo más cerca que estuve del agua en casa fue mi bañera, así que creo que es mejor que lo mire desde la arena gozando del sol. ¡Pienso que es más seguro para mi!
Mi primera etapa aquí no fue realmente fácil. Mi hermana de 9 años, Maddy, fue un poco difícil para mí. Me sentía perdida y no sabía qué hacer. Hablar con ella era como cuando hablo conmigo misma esperando que alguien me responda. Pero creo que la idea principal de esto es aprender a conocer a diferentes personas de diferentes culturas. Me costó mucho tiempo y esfuerzo llegar a ella pero ya somos verdaderas hermanas. Ella es increíble, la chica más divertida que he conocido pero, sinceramente, tuve que ser muy paciente, y eso es porque soy como ella.
Aunque me siento de vacaciones al jugar con las niñas todo el tiempo, sé que debo ser
responsable, paciente y tratar de darles un buen ejemplo. Es difícil tratar de encontrar cosas para hacer cuando las chicas están tan separadas de las edades (10 meses y 9 años), pero cada día que se va es un recuerdo que nunca olvidaré.
Estoy muy segura de que tengo la mejor familia anfitriona que puede obtenerse. Ellos van a ser parte de mi vida para siempre. Creo que debería ser la Au Pair del año porque me siento como un verdadero miembro de los O'Kelly y no imagino mejor familia para mí.
Elijo a mi familia todos los días, incluso cuando las cosas no van perfectas, y siempre estaré ahí para ellos.
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